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sábado, 27 de mayo de 2017

La Historia de Dos Rescatistas de Refugiados

A pesar de que más de 5.000 migrantes se ahogaron durante el año 2016 al intentar cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa, miles de migrantes siguen intentando hacer el peligroso viaje. En lo que va de 2017, la cantidad total de personas fallecidas o desaparecidas intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia ha aumentado a más de 1.300. Hablamos dos rescatistas españoles, Óscar Camps y Gerard Canals, quienes después de ver la imagen de Alan Kurdi, el niño sirio de tres años que se encontró ahogado en una playa de Turquía, decidieron dejarlo todo e irse a Lesbos a rescatar a migrantes. Camps es fundador de la organización Proactiva Open Arms; Canals es el jefe de la misión de Proactiva Open Arms. Desde julio de 2016 el grupo ha rescatado a más de 17.000 personas en el Mediterráneo. 
 

TRANSCRIPCIÓN

Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios. 

AMY GOODMAN: A pesar de que más de 5.000 migrantes se ahogaron durante el 2016 al intentar pasar el Mediterráneo para llegar a Europa, miles de migrantes siguen intentando hacer el peligroso viaje. En lo que va de 2017, la cantidad total de personas fallecidas o desaparecidas intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia ha aumentado a más de 1.300. 

Hoy nos acompañan dos rescatistas de España. El primero es Óscar Camps, fundador de la organización Proactiva Open Arms (Brazos Abiertos), quien después de haber visto la imagen de Alan Kurdi, el niño sirio de 3 años que se encontró ahogado en una playa de Turquía, decidió irse a Lesbos a rescatar a migrantes. También está con nosotros Gerard Canals, jefe de la misión de Proactiva Open Arms. Desde julio del 2016 el grupo ha rescatado a más de 17.000 personas en el Mediterráneo. 

Óscar y Gerard, bienvenidos a Democracy Now!. Ambos acaban de recibir el premio Alba Puffin al Activismo a favor de los Derechos Humanos, entregado por la organización Archivos de la Brigada Abraham Lincoln. ¿Pueden hablar de la importancia de este premio? Se han tomado el tiempo para dejar las costas donde rescatan a la gente y venir a Estados Unidos. 

GERARD CANALS: Bueno, para nosotros ha sido un honor ser merecedores del premio Alba por lo que significa, por los paralelismos que hay con nuestra organización. Los brigadistas, 3.000 voluntarios de Estados Unidos, un día decidieron que algo que estaba pasando a miles de kilómetros de su casa tenía que ver con ellos, y decidieron hacer algo y se plantaron en España para luchar con el lado republicano, el lado en el que nuestros abuelos, el de Óscar y el mío, también lucharon. Entonces, el paralelismo es que nosotros tampoco teníamos nada que hacer en las costas de Grecia, tampoco teníamos nada que hacer en las costas de Libia, pero cuando vimos lo que estaba sucediendo, no podíamos dar la espalda. No podíamos hacer otra cosa. 

AMY GOODMAN: Óscar, ¿puede hablar del momento en el que decidió dejar su trabajo como socorrista en una playa para ir a rescatar a migrantes en alta mar? 

ÓSCAR CAMPS: El 15 de septiembre de 2015 vimos las fotos de Alan Kurdi, el pequeño de tres años, y nos escandalizamos, no podíamos creer que murieran tan cerca de la costa y que nadie les ayudara, así es que decidimos hacer algo y pensamos en ir a ayudar. Primero nos ofrecimos a los gobiernos, al español y al griego, a Frontex, a Médicos sin Fronteras, a todas las organizaciones que pudieran estar interesadas, pero como no recibimos respuesta de nadie, decidimos ir. Y fuimos por nuestra cuenta. 

AMY GOODMAN: ¿Y a dónde fueron? 

ÓSCAR CAMPS: A Lesbos, la isla de Lesbos, al norte de la isla de Lesbos, por donde llegaron cerca de un millón de refugiados durante los siguientes meses, unos 800.000 o 900.000 pasaron por las islas de Grecia. 

AMY GOODMAN: Entonces, ¿cuánto tiempo pasó desde el momento en el que vio la foto de Alan Kurdi, el niño de 3 años que se ahogó en el mar, hasta que se lanzaron al mar a rescatar a la gente? 

ÓSCAR CAMPS: Fue automático; llamar a Gérard, reunión en la playa de Badalona y decisión de ir, y con mis ahorros fuimos a ayudar durante un tiempo. Teníamos 15.000 euros y fuimos a ayudar el tiempo que nos duraran los 15.000 euros, pero llevamos desde el 15 de septiembre en Lesbos... no hemos dejado de ayudar a los refugiados desde entonces. 

AMY GOODMAN: Gerard, ¿qué le llevó a trabajar como rescatista? 

GERARD CANALS: Bueno, desde que yo empecé a trabajar cuando tenía 18 años, empecé a trabajar en la playa, como socorrista. Al principio fue un trabajo de verano, mientras estudiaba en la universidad, pero al cabo de dos años decidí llevarlo un poco más allá. Dejé la carrera y seguí trabajando en periodos más largos, en lugares donde podía trabajar más tiempo. Después, en los inviernos, me vinculé también en el mundo del rescate, a través de las ambulancias, de servicios de ambulancias, y cuando conocí a Óscar y a la empresa Proactiva me decidí a unirme a ellos, y desde entonces, hasta ahora, he tenido varios roles: en información, en logística; y hasta el día de hoy que hemos dado un paso más en el mundo del salvamento, y estamos haciendo rescate a nivel internacional en esta crisis. 

AMY GOODMAN: Óscar, ¿puede describir uno de los rescates que más le hayan marcado?, ¿qué sucede?, ¿cómo realizan estos rescates? 

ÓSCAR CAMPS: Como bien dice Gerard, llegaban embarcaciones sobrecargadas, en muy malas condiciones, en manos de mafias que no tenían ningún inconveniente en ponerlos en peligro. Mujeres y niños son los más vulnerables en estas travesías, son los primeros que mueren. Cuando una embarcación de este tipo vuelca, rápidamente hay 25 o 30 muertos, de los 50, y esos son las mujeres y los niños. Así que la situación más dramática que hemos vivido era ver cómo las mujeres se ataban los niños al pecho en el chaleco salvavidas, pero cuando caían al agua, su cabeza quedaba fuera del agua, pero la cabeza del niño quedaba dentro del agua, entonces era el desespero de ver a la madre cómo quería sacarse al niño de encima. Estas situaciones las hemos vivido muchas veces, son muy dramáticas, pero lo que más nos ha afectado, quizá, apartes de esta realidad, es ver la inacción deliberada de la Unión Europea delante de esta situación. Esto estaba ocurriendo en Europa, no estaba ocurriendo en África, estaba ocurriendo en aguas europeas, en playas europeas y en tierras europeas y no había nadie para ayudarles y para atenderlos. Entonces, la decepción que tuvimos y la pérdida de confianza con nuestras instituciones ha sido más duro que ver morir a la gente. 

AMY GOODMAN: Óscar Camps, ¿háblenos sobre la relación entre la guerra y los refugiados? 

ÓSCAR CAMPS: Es evidente que sobre todo en Irak, en Afganistán y en Siria, de lo que huyen es de la guerra, huyen de la persecución de la guerra. Evidentemente, los que no querían combatir en un frente o en el otro, y estaban en la edad de combatir, tenían que buscar una salida, una alternativa, y lo hacían a través de mafias. Entonces, las mafias los sacan del país y los dirigen hacia Turquía, y de Turquía entraban en Europa. En África tenemos a Boko Haram y el Estado Islámico también, sobre todo, ahora mismo en Libia, que se utiliza como pasillo de salida, porque Libia es un país descompuesto, hay tres facciones que están en guerra por el gobierno, por el control de Libia, pero ninguna de ellas tiene ni siquiera el control entero de Trípoli, así es que la situación es compleja, y se utiliza este país como salida para Europa. Y desde África es menos la conexión con la guerra, porque también se huye de la persecución, se huye de la mutilación genital, se huye de la miseria, y el destino siempre es el mismo, siempre es Europa. Evidentemente que Europa tiene mucho que ver, porque ésta tiene influencia en guerras, vende armas, interviene. Ahora mismo lo estamos haciendo en varios países y en varios frentes. En Yemen y en Siria también. 

AMY GOODMAN: Para concluir, Óscar Camps, usted es socorrista, alguien que salva vidas. ¿Alguna vez pensó que acabaría haciendo esto cuando comenzó su propio negocio socorriendo a nadadores? 

ÓSCAR CAMPS: No, no. Yo empecé mi carrera en Cruz Roja, en Red Cross en España y no pretendí nunca... Sí que he tenido siempre un punto solidario y he hecho alguna acción en cooperación internacional en el Sáhara, pero no pensaba ni mucho menos llegar hasta aquí. No pensaba... La decepción que nos hemos llevado es que esto ocurriera en Europa. Para nosotros la cooperación internacional sería hacer acciones en terceros países, pero tener que hacerlo en aguas europeas todavía es más sofocante. Nunca lo pensé y realmente la vida nos ha cambiado a todos desde entonces. 

AMY GOODMAN: Óscar, quería preguntarle acerca de la lucha de su familia en contra del fascismo, en contra del general Franco en España, y sobre qué relación ve entre eso y lo que usted hace hoy en día. 

ÓSCAR CAMPS: Sí, mi abuelo luchó con los republicanos en la Guerra Civil, contra el fascismo. Pero sus hermanos tuvieron que salir [de España], mi abuelo era el mediano de la familia. Sus hermanos fueron exiliados, se fueron a Francia. Tengo familia repartida en Francia, Canadá, Costa Rica, Brasil porque tuvieron que salir por la persecución durante la guerra y después de la guerra. Mi abuelo fue herido en combate y fue rescatado por un brigadista internacional alemán, y esto es lo que me hace sentirme orgulloso de recibir este premio, y de estar ayer aquí, en Nueva York, con las Brigadas de ALBA, porque lo he vivido muy cerca. Mi abuelo y yo... he vivido sus historias, siempre me las contaba. El fascismo ha estado siempre presente en nuestra familia, porque nos dividió a la familia, tenemos familia en todo el mundo. Evidentemente se perdió la guerra y hubo mucha represión, y quizá ahora mismo, en estos momentos, vuelve a haber estos vientos de extrema derecha, porque están utilizando mucho los medios para difundir ideas. Tenemos la voz de Trump, que suena en Europa como un gran altavoz. Y no estamos oyendo voces que neutralicen desde el otro lado estos aires de derechas. Así es que tenemos que empezar a agitar conciencias para conseguir neutralizar esto, porque son medios de comunicación. Nosotros tenemos muchísima gente que respalda nuestra acción. Creo que se ha abierto una grieta importante entre el pensamiento político y lo que dicen algunos medios de comunicación, y el pensamiento popular. Yo creo que el pensamiento popular no tiene la información real. Se habla de cifras, de miles de refugiados, de miles de muertos, pero nosotros conocemos las historias, tenemos sus versiones, sabemos que son personas, sabemos qué ocurre, por qué huyen. No entendemos la manipulación que se está haciendo en los medios de comunicación, incluso contra las propias ONG que están salvando vidas, porque estamos poniendo el foco y la luz allí donde la administración no quiere que se sepa. Entonces somos incómodos, nos hemos convertido en una respuesta popular que es incómoda para la administración europea. Hemos estado en Bruselas y hemos denunciado esto. Hemos estado en Estrasburgo y hemos denunciando lo que hemos visto. El sábado me reuniré con el papa Francisco por segunda vez, y volveremos a denunciar lo que está ocurriendo. Así es que estamos buscando tantos altavoces mediáticos como podamos para neutralizar este ruido de sables que se está oyendo ahora mismo. 

AMY GOODMAN: Gerard Canals, ¿háblenos de esa conexión entre lo que usted hace y la lucha contra el fascismo de su abuelo? 

GERARD CANALS: Mi abuelo luchó en la Guerra Civil Española en el lado republicano, como el abuelo de Óscar, y como tantos otros. Lucharon en unas condiciones muy por debajo de las del bando franquista, evidentemente, tenían muchos menos recursos. Y al final lo que sucedió fue que nos pudieron ganarles, evidentemente, y se vieron forzados a huir. En el caso de mi abuelo, tuvo que huir a través de los Pirineos y exiliarse en Francia, en un campo, durante muchos años. Y creo que es el mismo caso que Óscar explicaba antes. 

AMY GOODMAN: ¿Qué piensa que tiene que suceder? ¿Qué tienen que hacer los gobiernos para parar esta marea humana que abandona sus hogares contra su propia voluntad, arriesgando sus vidas en esa huída? 

ÓSCAR CAMPS: Lo que está ocurriendo ahora no es más que el resultado de décadas de mala gestión, sobre todo en continentes como África. Hemos expoliado sus recursos naturales, hemos puesto gobiernos dictatoriales que beneficiaban a Europa, les hemos expoliado económicamente, y el resultado que tenemos ahora, de la venta de armas y la intervención en las guerras, es este: son migraciones masivas. En Yemen tenemos un bloqueo ahora mismo, Estados Unidos está bloqueando Yemen, Europa está bloqueando Yemen, a través de Arabia Saudita. Estamos fabricando 25 millones de nuevos refugiados. Esto va a tener consecuencias a corto plazo. La Guerra de Irak tiene que ver en todo esto. Realmente no dejamos de fabricar refugiados, y la política europea no debe ser la de externalizar fronteras, pagando a terceros países para retenerlos en medio del camino; no creo que esta sea la política adecuada. Yo creo que tenemos que tener otras prácticas sociales más aperturistas en ese sentido, e intervenir más en el origen. Evidentemente, la inversión que está haciendo Europa en el tema de refugiados es cero. Estamos gastando presupuestos desproporcionados en armamento, en seguridad, en control de fronteras, pero no estamos haciendo nada. Tenemos 60.000 refugiados en Grecia que no tienen absolutamente nada; los hay en Francia en un campo que no tienen absolutamente nada. Había unas cuotas que tenía que asumir cada país europeo. España, en nuestro caso, eran 17.000. Nadie ha cumplido con estas cuotas. La inacción es deliberada, y esta situación es inconcebible. Yo no sé lo que se debe hacer, pero apelo a los intelectuales, que son los que tienen que salir ahora mismo y decir qué es lo que se debe hacer, porque lo que estamos viviendo es el resultado de décadas de expoliación. 

AMY GOODMAN: Gerard Canals, ¿puede responder esta misma pregunta? 

GERARD CANALS: Lo que debemos hacer es actuar en origen, ahora mismo, como Óscar comentó, a consecuencia de décadas de expoliación y de intervención en África tenemos miles, o cientos de miles, de personas que están buscando refugio. Europa, en vez de acogerlos, en vez de intentar buscar soluciones, lo que hace es poner muros en tierra, y se está obligando a la gente a saltar el muro más grande de todos, que es el Mar Mediterráneo. Una de las cifras que comentabas antes de 5.000 muertos en el 2016, esa es la cantidad de muertos confirmados, pero hace un par de semanas tuvimos un rescate donde encontramos cinco cuerpos y después encontramos dos barcas totalmente vacías. En dos barcas van más o menos entre 250 o 300 personas. Hay 295 que no se han contado en esta estadística. 

AMY GOODMAN: Finalmente, Óscar, ¿cree que podría volver a España en algún momento y volver a trabajar como socorrista? ¿Cree que este flujo masivo de refugiados va a detenerse en algún momento? 

ÓSCAR CAMPS: Sí, claro. Nosotros nos organizamos en ONG por una necesidad legal de estar dentro de la administración, dentro del control de la propia administración. Pero no es nuestra intención hacer el trabajo de la administración, nuestra intención es concienciar a la población para que proteste, porque de la misma manera que el agua hierve desde abajo hacia arriba, tenemos que hacer que los políticos tomen la responsabilidad, y lo tiene que hacer el pueblo desde abajo hacia arriba. Así es que seguiremos haciendo de socorristas y seguiremos concienciando a la población, porque tenemos que cambiar esta situación. Costará, costará algunos años, pero yo creo que lo conseguiremos. Y ya que estoy aquí, me gustaría enviarle un mensaje a Donald Trump y decirle que en este país casi todos somos nietos de refugiados, que se acuerde que somos nietos de inmigrantes, tanto en el nuestro como en éste, que esto lo tenemos muy cerca, que no hay que hacer mucha memoria para saber de dónde venimos. 

AMY GOODMAN: Quiero agradecerles a los dos por acompañarnos. Óscar Camps, quien fundó el grupo Proactiva Open Arms después de haber visto la imagen de Alan Kurti, el niño de 3 años que fue encontrado ahogado en una playa de Turquía. Gerard Canals es también socorrista, y director de la misión de Proactiva Open Arms desde julio de 2016. El grupo dice que ha rescatado a más de 17.000 personas en el Mediterráneo. Muchísimas gracias por haber estado con nosotros. Soy Amy Goodman, esto es Democracy Now! 


Fuente: www.democracynow.org/  
http://inmigracionyvisas.com/a3622-historia-de-rescatistas-de-refugiados.html

jueves, 25 de mayo de 2017

Se Extiende el Estatus de Protección Temporal para Haití por Seis Meses


El Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John F. Kelly ha extendido el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para nacionales de Haití que son elegibles (o personas elegibles sin nacionalidad cuya última residencia habitual haya sido Haití), hasta el 22 de enero de 2018. Luego de consultar con las agencias del gobierno de EE.UU. apropiadas y verificar las condiciones del país, el secretario Kelly ha determinado que se justifica la concesión de una extensión limitada de seis meses. Aunque Haití ha logrado un progreso significativo en su recuperación del terremoto ocurrido en enero de 2010 que propició su designación a TPS, aún siguen cumpliéndose las condiciones que dieron base a la designación de Haití al TPS. 

Los beneficiarios actuales de Haití que desean extender su TPS deben reinscribirse antes del 24 de julio de 2017. Los beneficiarios de TPS que se reinscriban pueden solicitar un nuevo Documento de Autorización de Empleo (EAD, por sus siglas en inglés). Aquellos que se reinscriban y soliciten un nuevo EAD durante el periodo de 60 días de reinscripción pueden recibir una extensión automática de su EAD por hasta 180 días a partir de la fecha en que expira su actual EAD. 

Los EAD actuales no serán extendidos automáticamente sin una petición de nuevo EAD. Si la petición del EAD del beneficiario es aprobada, recibirá un nuevo EAD con una fecha de expiración de 22 de enero de 2018. Se les recomienda a todos los beneficiarios de TPS a que se reinscriban y presenten sus solicitudes de EAD lo más pronto posible, para así evitar interrupciones en la documentación de autorización de empleo. 

Se les exhorta a los beneficiarios a que durante esta extensión de seis meses se preparen para su regreso a Haití en caso de que no se extienda nuevamente la designación de Haití, lo que incluye que soliciten los documentos de viaje actualizados al gobierno de Haití. Al menos con 60 días de antelación al 22 de enero de 2018, el secretario Kelly revaluará la designación de Haití y determinará si se justifica otra extensión, una redesignación o la cancelación, en completo cumplimiento con la Ley de Inmigración y Nacionalidad. La designación a TPS por parte del Congreso tuvo la intención de ser temporal, y el secretario revaluará en su totalidad las condiciones del país para determinar si la designación a TPS de Haití debe continuar. 

Para reinscribirse, los actuales beneficiarios de TPS deben presentar lo siguiente: 

  • Formulario I-821, Solicitud de Estatus de Protección Temporal (las personas que estén reinscribiéndose no tienen que pagar la tarifa de presentación del Formulario I-821)
  • El pago de la tarifa de servicios biométricos (o una solicitud de exención de tarifas), si tienen 14 años de edad o más.
  • Formulario I-765, Solicitud de Autorización de Empleo , sin importar si desean o no desean obtener un EAD.
  • El pago de la tarifa de presentación del Formulario I-765, o una petición de exención de tarifas, pero solo si desea obtener un EAD. Si la personas que se reinscribe al TPS no desea obtener un EAD, no tiene que enviar el pago de tarifa de presentación del Formulario I-765.

Los solicitantes pueden pedir que USCIS les exima del pago de la tarifa de presentación del Formulario I-765 y/o tarifa de servicios biométricos basándose en su incapacidad de pago. Para esto, los solicitantes deben presentar el Formulario I-912, Solicitud de Exención de Tarifas , o enviar una petición por escrito. Las peticiones de exención de tarifas deben ir acompañadas de documentos de apoyo. USCIS rechazará toda solicitud de TPS de cualquier solicitante que no envíe loas tarias requeridas o una petición de exención de tarifas debidamente documentada. 

Importante: Si el gobierno de Donald Trump se rehúsa a prorrogar el TPS pasados los seis meses de prórroga, al menos unos 55 mil haitianos podrían ser repatriados a la fuerza a su frágil y problematizado país. 



Fuente: Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS). 

http://inmigracionyvisas.com/a3620-extienden-TPS-para-Haiti.html

miércoles, 24 de mayo de 2017

Canadá Sigue Siendo Una Opción Para Refugiados Latinoamericanos, Pero Cuidado Con Los Riesgos!

Las estadísticas muestran que el número de refugiados en Canadá ha crecido exponencialmente, al grado de que el gobierno ha tomado medidas para evitar que este proceso se salga de las manos.

Sin embargo este recurso sigue siendo una valiosa opción para los indocumentados latinos en Estados Unidos, pero cuidado ya que no es tan fácil como parece, pues se estima que tan solo del 5% al 10% lo obtienen, el Consejero acreditado en Inmigración Canadá y Quebec Jesus Hernandez Limones le cuenta los riesgos, peligros y requisitos para obtenerlo. 



Fuente: YouTube CI Canadá 
http://www.inmigracionyvisas.com/a3619-Canada-opcion-para-refugiados-latinoamericanos.html

martes, 23 de mayo de 2017

Gobierno De Donald Trump Aumenta Tasa De Deportaciones En Un 40%


Datos del gobierno estadounidense recientemente presentados revelan que el gobierno del presidente Donald Trump está deportando inmigrantes en una proporción récord, 40% más alta que el récord anterior establecido por el gobierno del ex presidente Barack Obama. 

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) informó el miércoles que deportó a más de 41.000 personas hasta fines de abril, en contraste con las aproximadamente 30.000 que fueron deportadas durante el mismo período del año pasado. Más de un tercio de los arrestados por el ICE no tenían condenas penales. 



Irving González abogado de inmigración afirmó que “con los criminales se está cumpliendo, pero creo que está yendo más allá, no solamente los criminales. Cualquier persona que pueda ser detectada, si no tiene documentación para comprobar, están siendo detenidos y puesto en un proceso de deportación. Algunos quizás tendrán el derecho a una fianza y otros no”.

Por su parte, la Vocera de la organización proimigrantes SEIU, María Mejía, aseguró que “nosotros exigimos se levanten las voces porque no podemos seguir repitiendo que están deportando personas con record criminal porque eso nos criminaliza a todos y nos hace sentir que todos los que estamos aquí somos criminales”.


Fuente: www.democracynow.org y YouTube NTN24 
http://inmigracionyvisas.com/a3618-aumentan-deportaciones-en-Estados-Unidos.html 

lunes, 22 de mayo de 2017

The Perils of Expedited Removal How Fast-Track Deportations Jeopardize Asylum Seekers Part II


By Kathryn Shepherd and Royce Bernstein Murray

“I was interviewed by a male asylum officer. He asked me if I wanted to be interviewed by a female officer and I said that I had no preference. At that moment I felt uncomfortable telling the officer that I didn’t want to be interviewed by him. I had been raped in Guatemala and I could not share that entire story with a male officer. But I didn’t feel like I could tell him that I wanted to change officials. If I had a female officer I might have been able to tell her my full story. I felt fear and shame at the interview. I also feared that my husband could find out that I had been raped if I had said it. I can’t tell my husband because he would reject me and blame me. In my culture, if a man does improper things to a woman, most of the time the woman is blamed. My people think that if a man “crossed the line” it is because the woman allowed him to. In the Mam culture, men are the ones who rule and women have to obey their fathers and husbands.” 

These are the words of Valeria, a Guatemalan asylum seeker, who described the difficulty she had sharing critical aspects of her claim to the asylum officer during her screening interview. Valeria fled Guatemala with Idalia, her then 7-year-old daughter, after years of extreme physical violence at the hands of Valeria’s father, rape by her ex-partner, and, more recently, a brutal gang rape by members of a transnational criminal organization (TCO). 

Valeria and Idalia sought asylum in the United States, but were detained and placed in the expedited removal process. They were required to undergo the credible fear interview process—the first step for asylum seekers in fast-track removal processes—before being released from detention and permitted to continue fighting their case in immigration court. During those weeks in custody, the U.S. government expected Valeria to quickly navigate a complex asylum system in an atmosphere that frequently impedes a fair hearing. Valeria was required to overcome the challenges of speaking a rare language and articulating a traumatic story before she could pursue her claim for asylum in a full merits hearing with an immigration judge. 

In years past, Valeria and Idalia might have been given the chance to make their case directly to an immigration judge, providing ample time to seek legal counsel and prepare to tell their stories fully. However, protection for asylum-seeking families like Valeria’s has been more difficult to access since 2014. In response to the dramatic rise in Central American families arriving at the southwest border to seek asylum, the government sought to stem the number of asylum claims by reducing the time and opportunity available to make a claim for asylum. This has been accomplished largely by placing many of these families in remote detention facilities while subjecting them to fast-track deportation processes. These processes involve remarkably complex procedures designed to prevent the unlawful deportation of asylum seekers, yet in practice they create additional barriers for many families. 

Given that very few asylum-seeking families speak English, most have experienced significant trauma in their countries or during their journeys north, and they have no right to government-appointed legal counsel, the bureaucratic hurdles can be insurmountable. The added stress of detention, particularly detention of children, further complicates most mothers’ ability to remain focused on presenting a clear case for asylum. Nuanced legal standards applied by government officials asking difficult questions about a family’s worst fears and experiences threaten to transform what is meant to be merely a preliminary screening process into a full-blown, high-stakes asylum interview. 

For many families, the physical presence of pro bono legal counsel at family detention facilities has made all the difference in their opportunity to seek asylum. But even for those who successfully navigate the process with the help of legal counsel, the challenges are extraordinary. Identifying and categorizing these challenges not only illustrates the high barriers to accessing the asylum system and immigration court, but also demonstrates why attorneys are an essential part of the process. To understand these interconnected issues, the authors drew from thousands of case files of families detained at the South Texas Family Residential Center in (STFRC) in Dilley, Texas—the country’s largest family detention center—to identify some of those who experienced challenges in their pursuit of protection. Although many of the families whose stories are highlighted in this report were ultimately able to forestall immediate deportation and will have their asylum cases heard by an immigration judge, in all of the cases the presence of legal counsel enabled the families to overcome the multiple challenges they faced. These accounts from women and children provide a window into how these challenges plague all asylum seekers subjected to fast-track deportations while held in detention facilities throughout the country. 


U.S. “Expedited Removal” Policy and Asylum Seekers at the Border 

Beginning in the spring of 2014, the United States saw a dramatic uptick in arrivals of Central American mothers with children, as well as unaccompanied children, at the southern border in the Rio Grande Valley of Texas. While there is always a confluence of factors that drive a wave of migration at any one time, epidemic levels of violence and impunity in the Northern Triangle of Central America (comprising El Salvador, Guatemala, and Honduras) unmistakably drove these vulnerable groups to flee their countries in search of protection. The murder rates in these countries are among the highest in the world. In 2016, El Salvador was the most violent nation in the Americas, while the murder rates in Honduras and Guatemala were among the five highest in the hemisphere. 

Although most victims of murder in these countries are men, there is acute violence against women. In 2012, El Salvador and Guatemala were ranked first and third, respectively, as having the highest murder rates for women in the world. Gang activity is a major cause of the violence that plagues the region. Teenage boys are targeted for gang recruitment under threat of death, while women and girls are forced to become “gang girlfriends” and the “property” of gang members or face a similar fate. These threats are often compounded by rampant domestic violence and threats of political persecution that jeopardize the well-being and stability of many families fleeing the Northern Triangle and parts of the Caribbean. 

The migration routes from many countries to the United States are well-trod; for decades asylum seekers and migrants have made the journey to flee civil wars, poverty, and environmental disasters. Many who are fleeing Central America turn to the United States as a strong option for safe haven, given family and community ties. Most who fled in recent years knew full well the risks and perils they would face on the journey—traffickers, cartels, and bandits prey on migrants along the way— but left anyway. The search for safety was a necessity and remaining at home was no longer an option. 

When more asylum-seeking families arrived at the U.S.-Mexico border in 2014, the U.S. government quickly ramped up capacity to detain arriving families with the creation of large detention facilities in Artesia, New Mexico (closed in December 2014); Karnes City, Texas; and Dilley, Texas. Prior to this, only a small residential facility in Berks County, Pennsylvania, was in operation. By the spring of 2015, the Department of Homeland Security (DHS) had approximately 3,300 beds and cribs to detain mothers and their minor children, who ranged from newborns to near 18-year-olds. 

Most families placed in detention are in a fast-track deportation process called “expedited removal.” A person subject to expedited removal (which, under current U.S. policy, may include those apprehended within 100 miles of a U.S. land border and within 14 days of entry) can be immediately ordered deported by an immigration officer without ever seeing an immigration judge. Those who tell a DHS official that they are afraid to return to their home countries are given screening interviews with an asylum officer to see if they have a credible fear of persecution. If so, they are entitled to a full asylum hearing before an immigration judge. If not, they face swift deportation unless they seek review of the negative determination by an immigration judge, which is generally cursory. 

This process, while complex, is supposed to ensure asylum seekers are not unlawfully deported to a country where they could face grave harm or death. In practice, however, U.S. Customs and Border Protection (CBP) officers do not always adequately screen migrants or ask if they fear return to their home countries. At times agents ignore expressions of fear and summarily deport asylum seekers. Less than 20 percent of the people ordered removed ever see an in immigration judge due to CBP’s use of summary removal processes. 

 
Source: https://www.americanimmigrationcouncil.org
http://inmigracionyvisas.com/a3617-Deportations-Jeopardize-Asylum-Seekers-Part-II.html