Por: José María Rodríguez González
Washington, DC, EE.UU.
La pregunta que los latinos o hispanos deben hacerse es ¿qué le ofrecen los Republicanos?
Únicamente deportaciones masivas, limitación de derechos a los legales y un congelamiento de futura inmigración latina o hispana, entre otras.
Las migraciones han sido una norma a través de la historia y la base del desarrollo conjunto de culturas, sociedades y razas. La población de la tierra es el producto de migraciones y tanto la paz mundial como la unidad humana dependen de la integración y convivencia de todos los humanos. Más cuando estamos dentro de una cultura global a través del internet y el comercio.
Los inmigrantes hispanos a Estados Unidos, legales o ilegales, en su gran mayoría tienen una causa humana como es huir de la opresión, persecución, amenazas a su vida y lo más grave para todo ser humano: la falta de un futuro digno y próspero, el destino merecido para sus nuevas generaciones.
La inmigración ilegal existe porque la inmigración legal exige llenar largos y complejos requerimientos y una espera de diez años, o menos o más. ¿Pueden esperar el hambre, el peligro de perder su vida o el de perder el futuro de sus hijos?
Estados Unidos se auto promueve en el mundo como el líder de la paz, la libertad y la prosperidad. ¿Qué ser humano no quiere eso? Si Estados Unidos no se metiera en tantas guerras para auto promoverse de líder de la paz, la libertad y prosperidad nunca magnetizaría toda la inmigración legal e ilegal que su intervención y violencia armada ha atraído en todo el mundo.
Los Republicanos tienen como única norma de poder la violencia armada, abogan por el más poderoso ejército que apabulle al mundo, no creen lo más mínimo en la diplomacia, ni en la persuasión, negociación y todos los demás métodos civilizados de influir sobre otros.
Por eso su única estrategia es la deportación a cómo dé lugar, la tortura de los centros de detención y la muerte.
El presidente Obama como mayor ejemplo del cumplimiento de la ley ha tenido que ejecutar los puntos anti inmigratorios que los congresistas Republicanos han colado en las leyes bipardistas, como lo es el inciso I “En general. Sujeto a la subclaúsula (III), si el agente determina que un extranjero no tiene un creíble miedo de persecución, el agente debe ordenar que el extranjero sea removido de los Estados Unidos sin ninguna preinstrucción jurídica ni revisión” (del numeral (iii), parte (B) de (1) en (b) de la sección 235 del Acto de Inmigración y Nacionalidad (INA) que rige la Ley Inmigratoria de Estados Unidos). Razón de las redadas y deportaciones desde el año nuevo pasado.
Para evitar eso, se necesita mayoría de congresistas demócratas pro inmigrantes que estén alerta y eviten las tretas anti inmigrantes de los Republicanos, no dejando que se cuelen sus trucos en cualquier reforma migratoria que se redacte.
Lo más lamentable es que los líderes Republicanos de ascendencia hispana o latina todos comparten, sin excepción, la guerra Republicana contra los inmigrantes hispanos y demás.
No existe ni un solo líder Republicano hispano que defienda el hecho humano y justificado de la inmigración ilegal.
De una manera simplista, burda e inhumana todos los líderes Republicanos hispanos en coro claman que los inmigrantes hispanos son criminales porque violaron la ley como si la violación de la ley no tuviera niveles ni categorías. ¿Por qué el robo de exorbitantes sumas de dinero cometido por ejecutivos de la banca no es castigado con cárcel y el robo a mano armada si? Aunque ambos sean robos. O ¿por qué matar en defensa propia da libertad y matar por sevicia no?
Si, los inmigrantes ilegales violaron la ley, pero en hacerlo solo han puesto en riesgo sus propios bienes y sus propias vidas por un futuro mejor para sí mismos y sus hijos. ¿Cómo eso puede ser llamado simplistamente “criminal”?
El centro de chequeo migratorio en la isla Ellis de Nueva York fue creado en 1.892. Todas las gigantescas inmigraciones anteriores fueron “ilegales” y tuvieron exactamente el mismo propósito de las modernas inmigraciones hispanas a los Estados Unidos: contribuir al crecimiento de una nación y crear una mejor vida.
Los Republicanos quieren, al igual que el Estado Islámico, que la moral religiosa sea la ley del estado.
¿Por qué ningún líder Republicano hispano lucha porque se dé de comer al hambriento, de beber al sediento, de vestir al desnudo y que estas cualidades morales y cristianas sean del beneficio de todos los inmigrantes hispanos, quienes huyen de países plagados de corrupción, violencia, desempleo y sin futuro?
¿Por qué ningún líder Republicano hispano lucha porque el amor por sus familias y la unidad familiar que es tan sagrada entre los hispanos sean respetados y ejemplo para el resto de la sociedad?
¿Por qué ningún líder Republicano hispano lucha porque la vocación y devoción de las familias hispanas por el sacrificio y el trabajo sea reconocido, enaltecido y premiado, como lo que construye una mejor América? No es culpa de los hispanos, quienes por todos los medios buscan trabajo y quienes admirablemente aceptan resignados trabajos que no son los mejores, que estadounidenses engreídos no acepten trabajar si no es para ser ricos y famosos.
El trabajo es una virtud, es parte de la cultura religiosa hispana. ¿Por qué que los hispanos usen todo su ingenio para conseguir trabajo va a ser algo rechazable en lugar de ser algo plausible? Buscar trabajo y lograrlo es lo plausible y lo que beneficia la economía nacional y no mantener semejante masiva ilegalidad que lo único que logra es cultivar la corrupción y abusos de empresarios, quienes son los que imponen los bajos salarios.
Los hispanos cristianamente creen que es más fácil que un camello atraviese el ojo de una aguja a que un rico llegue al cielo, pero los Republicanos creen todo lo contrario, que el infierno en la tierra debe ser para los pobres y que el cielo para los ricos debe comenzar desde la tierra.
Es muy peligroso y destructor para los hispanos y la humanidad que los Republicanos impongan su “moral religiosa” como la ley del estado.
Mientras estemos en la tierra debemos compartirla en paz, con equidad, buscando la felicidad de cada ser humano, sin excepción.
Todos los Republicanos, de una manera u otra, son enemigos acérrimos de los inmigrantes, especialmente los hispanos.
Lo anterior sin contar su interés por quitar la nacionalidad a nacidos de padres extranjeros en Estados Unidos, por crear muros físicos, psicológicos y políticos contra los hispanos, por discriminar a los ciudadanos hispanos como de segunda y tercera clase y otras atrocidades anti humanas similares.
Cualquier hispano, o inmigrante, que se respete, que ame su familia y piense en el futuro no puede votar por Republicanos.
(*) Para ganarse los votos hispanos los Republicanos incluyen líderes de lazos hispanos con el mensaje de que si harán una reforma a la actual ley inmigratoria, pero que en ningún momento significa alguna compasión por los inmigrantes ilegales, por el contrario, significa desconocerlos y hacer la inmigración mucho más estricta y difícil. Y sin ganas alegan que si considerarán algún tipo de legalización condicionada para los inmigrantes ilegales, sin especificar cuál, siempre y cuando y primero que todo se blinde completamente el borde sur de los Estados Unidos.
Los Republicanos rechazaron una vez más, y como ha sido su tradición, el intento exigido por Obama y que se concretó en la propuesta senatorial de la “Banda de los 8”, 2013, que fue totalmente rechazada por los Republicanos de la Cámara, sin importar que esa propuesta fuera bipartidista, donde la mitad de quienes la proponían eran Republicanos. Y no solo eso, hoy, principales senadores Republicanos, que formaron parte de esa propuesta, la rechazan de plano públicamente.
En conclusión, la estrategia Republicana de inmigración es seguir congelando por años cualquier intento por remediar la situación desesperada de 11 millones de seres humanos, que no sea la deportación, con las excusas de discutir ilimitadamente una reforma inmigratoria a su gusto y de lograr una frontera sur blindada a la perfección, lo que los hispanos y los expertos saben que es muy pero muy difícil de lograr, si no imposible.
Con estas dos excusas de matar tiempo los Republicanos lograrán engañar por más periodos presidenciales a los hispanos, que les crean.
