Acogen Con Los Brazos Abiertos A Una Familia Refugiada De Siria
Begoña Herrero no sabía que la decisión de ofrecerse como voluntaria para ayudar a una familia refugiada a asentarse en su ciudad le cambiaría la vida. Begoña trabajó como enfermera hasta los 78 años y ahora, jubilada, vive en un piso con su hermana.
La familia de refugiados, formada por Minwer Albashan, su mujer Wafaa y sus hijos Adnan, Sidra, Mashael y la pequeña Sham, llegaron a España en abril desde Jordania y fueron trasladados a Portugalete, cerca de donde vive Begoña. Ella se unió a un grupo de sponsors locales y muy pronto empezó a acompañar a la familia en su día a día. Va a su casa, cuida a los niños mientras que sus padres están en clases de español y les ayuda a moverse por la ciudad. Lo que empezó como un voluntariado se convirtió muy pronto en una amistad.
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