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jueves, 21 de marzo de 2024

Cuba: La Protesta!

 



Por: Leandro Tamayo Tito.


Es dura estar en casa con un niño de tan solo 2 años de edad y no tener leche, corriente, comida..


Es dura despertar en la mañana y ver q ese bebe tiene 5 años debe ir a la Escuela y no tenemos un pan para el desayuno y la merienda escolar.


Más duro es seguir viendo crecer a tu hijo sin vitaminas, comida, ni mas nada para su desarrollo.


Un día despierta ese niño ya hecho un joven debe llegar de la universidad y no tener comida para suplir esa necesidad del cuerpo.


Cuba despierta, no más maltrato, no más mentiras.


viernes, 10 de marzo de 2017


Queremos compartir con nuestros lectores el artículo “El Muro Invisible” escrito y enviado por la señora Rosmelis Contreras de Venezuela: 

Pensar que un muro pueda dividir nuestras fronteras llena de angustia a mucha gente. Pero en lo particular, creo que, el problema no es Trump ni el muro. Cada quien tiene derecho dentro de sus fronteras a hacer lo que considere necesario para garantizar seguridad a sus ciudadanos. Total, ¡siempre ha habido un muro! todas las fronteras tienen un muro, solo que es invisible, pero tiene nombre, son ¡Las Leyes! Se supone que están allí y deben respetarse, pero cometemos el abuso de transgredirlas, tal cual muro invisible. Todo lo que se haga de manera ilegal, debe tener consecuencias negativas, pero en nuestros países latinos estamos acostumbrados a transgredir, justificados por “buenas causas”: me como la luz roja, porque del otro lado no viene carro, soborno a un funcionario para tener un documento más rápido, cruzo la frontera porque quiero una vida mejor, etc., y creemos que eso le da legalidad. 

Estos días escuchaba a una señora decir en una entrevista en la televisión: “los latinos somos necesarios en Estados Unidos porque ¿quién trabajará en los restaurantes, quién limpiará sus baños, quién cortará su grama, quién cuidará a sus hijo?...” Todo trabajo es digno, pero ¿este es el concepto que tenemos de nosotros? Si es así, no nos ofende el Sr. Trump, nos ofendemos nosotros mismos. 

Nadie deja las puertas de su casa abiertas, porque entrara gente con buenas intenciones, pero probablemente también entraran aquellos que buscan un fin sin importar los medios. Y la realidad es que, a Estados Unidos ha entrado gente que ha hecho mucho daño. La situación de nosotros los venezolanos ha sido muy difícil, nos convertimos en migrantes a fuerza, y muchos países latinos nos han cerrado puertas y tratado como delincuentes en los aeropuertos, con solo la sospecha de tener la intención de ser más que un turista, entre ellos, México, por eso me parece algo hipócrita su posición de víctima. Pero están en su derecho, a ningún país le gusta que lo invadan extranjeros, bueno solo a nosotros que como venezolanos convivimos con españoles, portugueses, italianos, chinos, árabes y colombianos que llegaron a nuestras tierras en épocas de bonanza y a quienes recibimos de brazos abiertos y orgullosamente hoy día son parte de nuestras raíces, hicieron fuerte nuestra economía y con sus genes aportaron a la belleza de nuestras mujeres. 

Nos enorgullecemos de ser latinos, pero aún en circunstancias más o menos favorables en nuestros países, pensamos que Estados Unidos es el mejor lugar para vivir, lo que parece algo incongruente. Más aún, si lo miro como venezolana, cualquier país latinoamericano, salvo Cuba, es un ¡paraíso! tener la libertad de expresarse, de comprar alimentos y medicinas, adquirir con esfuerzo y trabajo un carro, una casa y de seguro, mayor seguridad que la tenemos hoy día en Venezuela, ¡son afortunados y no lo saben!. Por eso nos ven como locos emigrando hacia Argentina, Costa Rica, Uruguay, Ecuador, Perú, Chile, Panamá, México, Colombia, Brasil, etc. 

Valoremos lo que tenemos en ¡Latinoamérica!, si Estados Unidos le coloca cemento y hierros al muro, para hacerlo tangible, asumamos nuestra cuota de culpa, no lo juzguemos, aceptemos que es su derecho, y si no estamos dispuestos a cumplir los trámites legales para permanecer allí, pues no merecemos estar, pero ¡no es el fin del mundo!, aquellos que mal que bien aún tienen el privilegio de un país con libertades, deben con toda dignidad volver sus miradas a casa, donde siempre serán hijos, y con ese mismo ímpetu con el que querían trabajar en el norte, de seguro podrán trabajar en la tierra que los vio nacer. Cuanto anhelan esto mis compatriotas, ¡volver a casa! nunca fuimos migrantes, amamos nuestro país. 

Por: Rosmelis Contreras/ Venezuela 


http://inmigracionyvisas.com/a3558-muro-invisible.html