Por: Sofía Helena O.
A pesar de que últimamente ha generado gran debate, el fenómeno migratorio no es nada nuevo en nuestro país. Desde que la migración existe ha ido acompañada de abusos y condiciones inhumanas. Es por eso que nació Sin Fronteras IAP, fundada en 1995 ante la necesidad de abordar el fenómeno migratorio con una visión integral que garantiza el respeto a los derechos humanos.
Tuvimos la oportunidad de conversar con María Fernanda Rivero Benfield, Coordinadora de Comunicación de Sin Fronteras IAP, quien nos dió un panorama más amplio acerca del funcionamiento de esta ONG y los retos que enfrentan ante la delicada situación migratoria que se está viviendo entre México y Estados Unidos.
- ¿En qué zonas de nuestro país son más activos?
A pesar de que las oficinas centrales se encuentran en Ciudad de México, realizamos diversas activaciones en distintas ciudades de la República tratando de abarcar todo el territorio ofreciendo pláticas y talleres.
- En cifras ¿Qué tan grave es el problema de migración que se está viviendo actualmente?
Podríamos decir que se está viviendo una crisis humanitaria generada por un flujo migratorio atípico, acompañado de abusos graves a los derechos humanos. Poniéndolo en cifras:
En el 2018 el total de personas que habían entrado al país fue de 39,836,817 personas. En el reporte actual solamente del mes de Junio casi 4 millones de personas habían ingresado al país en busca de mejores condiciones de vida.
El año pasado las personas refugiadas, es decir que habían solicitado asilo en nuestro país, fueron 3,930 personas; una comparativa preocupante en contraste con las 2,538 sólo en el primer semestre de 2019.
Una de las cifras más alarmantes para Sin Fronteras ha sido el aumento en el flujo de niños y adolescentes viajando con o sin compañía de adultos. En todo el año 2018 la cifra alcanzó los 31,717; pero para mediados de este año ya habían ingresado al país 32,507.
Solamente provenientes de Honduras ingresaron al país 13,780 personas en 2018. Para Junio de 2019 esta cifra ya alcanzaba las 16,385 personas. Estos son sólo algunos de los cientos de números que parecen no tener intención de decrecer.
- ¿Qué programas tienen activos para ayudar a los migrantes?
El Centro de Día de Sin Fronteras opera de Lunes a Viernes y busca que los migrantes y las personas sujetas de protección internacional tengan las herramientas para funcionar en nuestro país. Todos los días se dan clases de español a inmigrantes no hispanohablantes para ayudarles a insertarse en la sociedad; se les apoya para continuar o revalidar sus estudios e incluso se les ayuda a encontrar trabajo concientizando a empleadores para que consideren a migrantes en su proceso de selección.
La atención de Sin Fronteras es integral, buscando un modo de atención completo al darles a las personas las herramientas para integrarse a la sociedad mexicana. A quien se acerque a pedir ayuda se le otorgará atención psicojurídica para regularización, naturalización y asilo. Todo esto sin dejar de lado la parte emocional y mental que como humanos todos poseemos.
- ¿Trabajan en conjunto con el gobierno en sus programas de ayuda?
En Sin Fronteras, otra tarea que se realiza es el trabajo en conjunto con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como con el Poder Judicial de la Federación impartiendo talleres semanales sobre los derechos humanos de los migrantes. Estas incidencias con el Poder Legislativo son clave para crear conciencia y leyes pensando en los derechos humanos del migrante y refugiado.
- Cuántas personas se han visto beneficiadas con su ONG?
Par dar un ejemplo, el año pasado se dio atención directa a 800 personas que abarcan individuos, parejas o familias completas. Sin embargo, esta cifra no abarca la atención o asesorías telefónicas, por redes sociales; así como las campañas de concientización que tienen un alcance muy amplio.
- Además del donativo, ¿De qué manera se puede apoyar a su ONG?
Sin Fronteras I.A.P siempre cuenta con voluntariados y prácticas profesionales disponibles tanto de México como de otros países, no sólo para aportar algo a la ONG sino para concientizarse sobre el tema de migración.
Las empresas que deseen poner su granito de arena suelen crear convenios con Sin Fronteras, aportando su bien o servicio en las campañas de donación o activaciones. Siempre estamos abiertos a colaboraciones, recalcando que una de las más grandes necesidades de Sin Fronteras para seguir actuando es el aspecto monetario.
A pesar de que las oficinas centrales se encuentran en Ciudad de México, realizamos diversas activaciones en distintas ciudades de la República tratando de abarcar todo el territorio ofreciendo pláticas y talleres.
Podríamos decir que se está viviendo una crisis humanitaria generada por un flujo migratorio atípico, acompañado de abusos graves a los derechos humanos. Poniéndolo en cifras:
En el 2018 el total de personas que habían entrado al país fue de 39,836,817 personas. En el reporte actual solamente del mes de Junio casi 4 millones de personas habían ingresado al país en busca de mejores condiciones de vida.
El año pasado las personas refugiadas, es decir que habían solicitado asilo en nuestro país, fueron 3,930 personas; una comparativa preocupante en contraste con las 2,538 sólo en el primer semestre de 2019.
Una de las cifras más alarmantes para Sin Fronteras ha sido el aumento en el flujo de niños y adolescentes viajando con o sin compañía de adultos. En todo el año 2018 la cifra alcanzó los 31,717; pero para mediados de este año ya habían ingresado al país 32,507.
Solamente provenientes de Honduras ingresaron al país 13,780 personas en 2018. Para Junio de 2019 esta cifra ya alcanzaba las 16,385 personas. Estos son sólo algunos de los cientos de números que parecen no tener intención de decrecer.
El Centro de Día de Sin Fronteras opera de Lunes a Viernes y busca que los migrantes y las personas sujetas de protección internacional tengan las herramientas para funcionar en nuestro país. Todos los días se dan clases de español a inmigrantes no hispanohablantes para ayudarles a insertarse en la sociedad; se les apoya para continuar o revalidar sus estudios e incluso se les ayuda a encontrar trabajo concientizando a empleadores para que consideren a migrantes en su proceso de selección.
La atención de Sin Fronteras es integral, buscando un modo de atención completo al darles a las personas las herramientas para integrarse a la sociedad mexicana. A quien se acerque a pedir ayuda se le otorgará atención psicojurídica para regularización, naturalización y asilo. Todo esto sin dejar de lado la parte emocional y mental que como humanos todos poseemos.
En Sin Fronteras, otra tarea que se realiza es el trabajo en conjunto con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como con el Poder Judicial de la Federación impartiendo talleres semanales sobre los derechos humanos de los migrantes. Estas incidencias con el Poder Legislativo son clave para crear conciencia y leyes pensando en los derechos humanos del migrante y refugiado.
Par dar un ejemplo, el año pasado se dio atención directa a 800 personas que abarcan individuos, parejas o familias completas. Sin embargo, esta cifra no abarca la atención o asesorías telefónicas, por redes sociales; así como las campañas de concientización que tienen un alcance muy amplio.
Sin Fronteras I.A.P siempre cuenta con voluntariados y prácticas profesionales disponibles tanto de México como de otros países, no sólo para aportar algo a la ONG sino para concientizarse sobre el tema de migración.